Definiendo la Democracia
La democracia se denomina, en su sentido más amplio como el “gobierno del pueblo”, donde existe una mayoría legitimadora de las leyes que rige al Estado, basada en un proceso de igualdad sin discriminación y en el respeto a las libertades, la diversidad y la libertad personal. Tal como lo señala De La Cruz (2007, p.31), la democracia es considerada como la forma política que da más libertad, protege y reconoce más diversidad social y política.
La democracia descansa en la cultura política democrática de la igualdad política, que compensa la desigualdad social, y en la destrucción de los sistemas jerarquizados, no en las leyes. La democracia nació en nombre de la mayoría sin poder contra el autoritarismo dominante, liberó de las cadenas del absolutismo político y exaltó, al servicio del ser humano, el derecho de la persona y grupos a ser actores de su historia.
De esta manera, se basa en el supuesto de que toda organización política, emana de la soberanía popular de representación política oposición al poder autoritario o absolutista, que no pretende suplantar al gobernante por el pueblo. La representación política como soberanía popular expresada somete siempre el poder popular, a la ley de la mayoría. Por lo tanto, la democracia no es el Estado de Derecho, es la fuerza social que procura que este corresponda a los intereses de los gobernados, y es el lazo de la sociedad civil, la política y el Estado para reducir desigualdad, combinando libertad e igualdad.
Para Fernando Mires (2007, p.9) la democracia, se diferencia de la política, pues esta sólo debe ser una verdadera democracia social, como parte de la lucha social en el espacio de confrontar ideas y debatirlas, tal como lo expresa, “la política es la realización plena de lo social, y no a la inversa”. Como sistema político se define por estas relaciones de individuos, organizaciones sociales y poder político, no como forma de sociedad, sus instituciones y su funcionamiento.
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